Experiencias VIP K-Pop: ¿Lujo o Fraude? Precios Exorbitantes en México

Este paquete, que prometía una interacción cercana, incluyendo una dinámica de "Hi Touch" –un breve saludo–, tuvo un costo considerable: alrededor de 4,000 pesos. Sin embargo, la experiencia distó mucho de lo esperado. “Pensé que iba a ser más lento o personalizado... Pero a los segundos después fueron de: ‘¿Ya? ¿Eso fue todo?’”, recuerda More sobre su encuentro con el artista. Su decepción no fue un caso aislado.
La investigadora de la UNAM, Nayelli López Rocha, explica que la industria del K-Pop utiliza estas "estrategias de contacto" como parte de una dinámica de consumo que busca maximizar el compromiso de los fans. Desde fan calls de 90 segundos hasta send offs, fan signs y accesos exclusivos como el soundcheck, la oferta es amplia y, a menudo, costosa.
El costo de estas experiencias VIP resulta exorbitante en comparación con el salario mínimo mexicano. Mientras el paquete VIP de BamBam representó aproximadamente 14 salarios mínimos, otros eventos alcanzaron cifras aún más elevadas: BlackPink (casi 35 salarios mínimos), Stray Kids (cerca de 40), Twice (alrededor de 57) e incluso J-Hope (68 salarios mínimos).
Las opciones varían: un boleto en zona PIT más el paquete VIP de Stray Kids superaba los 11,000 pesos. Para el concierto de Twice, el paquete más caro llegó a los 16,000 pesos. La experiencia de More, aunque relativamente "económica" comparada con otras, destaca la falta de coherencia entre el precio y la calidad de la experiencia.
La joven relata una organización deficiente que incluso incomodó al propio artista: “Los guardias de seguridad gritaban horrible... Parecía tipo simulacro o desalojamiento de terremoto. Se me hizo injusto porque siento que él (el idol) estaba incómodo.” Un microsegundo de encuentro a cambio de un gasto considerable.
La experiencia de More ilustra un punto crucial: el alto costo de las experiencias VIP en conciertos de K-Pop no siempre garantiza una interacción memorable o bien organizada, dejando a los fans con una sensación agridulce tras una inversión significativa.