Papa Francisco reaparece en silla de ruedas tras neumonía

Minutos después, una figura conocida se hizo presente, rompiendo la tensión palpable. El Papa Francisco, aún en recuperación de una grave doble neumonía que lo mantuvo hospitalizado durante semanas en el hospital Gemelli de Roma, apareció sorpresivamente. No en un papamóvil, ni en su habitual movilidad, sino en una silla de ruedas, con cánulas nasales de oxígeno.
Dos semanas después de su alta médica, el 23 de marzo, el pontífice de 88 años, se presentó ante miles de fieles y cámaras. Su voz, aunque débil, era audible. "Buen domingo a todos. Muchas gracias", dijo, en un gesto que sorprendió a propios y extraños. La aparición, que no había sido anunciada por el Vaticano, se convirtió rápidamente en noticia mundial.
Su salud, según fuentes vaticanas que solicitaron el anonimato a la agencia AFP, "está mejorando, está claro, y quiere que se vea". Aunque "todavía no está lo suficientemente en forma como para grabar un mensaje," la decisión de aparecer en público supone un avance significativo en su recuperación. El protocolo médico indica una convalecencia de al menos dos meses, con la recomendación de evitar actividades públicas y contacto directo con la multitud para minimizar el riesgo de recaídas.
Antes de su aparición, el Vaticano informó a través de Telegram que Francisco "recibió el sacramento de la reconciliación en la Basílica de San Pedro, se reunió en oración y atravesó la Puerta Santa". Como en las semanas previas, no presidió el Ángelus, pero publicó un mensaje escrito donde, entre otras cosas, oró por la paz mundial y por "los médicos, enfermeros y trabajadores sanitarios," reconociendo la dificultad de su labor y pidiendo "que su misión sea apoyada y respetada."
En su mensaje, el Papa hizo mención a varias regiones en conflicto, incluyendo Ucrania, Sudán, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo, Birmania y Haití, así como a la situación en Medio Oriente y Gaza, describiendo las difíciles condiciones de vida de la población. Actualmente, el Papa reside en la residencia Santa Marta, donde recibe atención médica continua y sigue trabajando, aunque los médicos advierten que la recuperación total de su voz aún tomará tiempo.
La inesperada aparición del Papa, dos semanas antes de Pascua, despertó una mezcla de alivio y esperanza entre los millones de católicos alrededor del mundo, generando un debate sobre la transparencia en torno a su estado de salud y el delicado equilibrio entre su recuperación y sus responsabilidades como líder espiritual de la Iglesia Católica.