Deportación de futbolista hondureño impacta a Estados Unidos

Hablamos de Emerson Colindres, un futbolista hondureño de 19 años, considerado la estrella de su equipo, el Cincy Galaxy. Llegó a Estados Unidos en 2014 con su familia, a la tierna edad de 8 años, escapando de la violencia que azotaba Honduras. “Huíamos de la violencia, buscando una vida mejor”, recuerda un familiar cercano. Sus padres solicitaron asilo político, pero su petición fue rechazada. A pesar de ello, construyeron su vida en Ohio, y Emerson floreció como estudiante y deportista.
Sin embargo, en 2023 se emitió una orden final de deportación. El pasado 4 de junio, Emerson acudió a una cita programada con el ICE en Blue Ash, Cincinnati, para el monitoreo con un grillete electrónico. Lo que nadie esperaba es que, en lugar del procedimiento habitual, fue arrestado y trasladado a un centro de detención en el condado de Butler.
El entrenador del joven, Bryan Williams, declaró a NBC News que "vieron a Emerson sacado del edificio esposado. Fue una escena desgarradora." La familia añade que los agentes del ICE llegaron a su casa sin previo aviso, intensificando la sensación de vulnerabilidad e injusticia.
Su traslado fue vertiginoso: de Ohio a Michigan, y finalmente a una instalación migratoria en Luisiana, desde donde fue deportado a Honduras.