Escándalo en trasplantes: paciente declarada muerta mientras su corazón seguía latiendo

"Quería que algo bueno saliera de esto", confesó Faye Johnson, madre de Misty, a The New York Times. Su hija, una mujer de 42 años con discapacidad cognitiva, falleció tras un protocolo de donación de órganos que terminó con cirujanos descubriendo —midway— que su corazón aún latía.
Lo ocurrido en el Hospital Flowers de Alabama no es un caso aislado. Una investigación revela patrones alarmantes:
"Dudo que se siguieran los procedimientos adecuados. Esto no debería ocurrir", señaló Robert Truog, bioeticista de Harvard consultado para el reportaje. Cinco intensivistas coincidieron: los signos vitales de Misty sugerían que la declaración de muerte fue apresurada.
Detrás de esta polémica hay un sistema bajo presión:
Las organizaciones de trasplantes defienden sus protocolos: "Estas historias pintan una imagen inexacta", argumentó su asociación gremial. Pero documentos internos muestran que incluso cirujanos involucrados describen algunos casos como "manejados COMPLETAMENTE inadecuado".
Mientras, Faye Johnson sigue visitando diario el cuarto inalterado de Misty, preguntándose si su hija sintió dolor durante aquellos 103 minutos críticos. "Ojalá supiera lo que pasó realmente", repite entre lágrimas.