Trabajadores migrantes en California enfrentan calor extremo y miedo a redadas

Según testimonios recopilados por Los Angeles Times, los empleadores no han ajustado sus expectativas pese a la drástica reducción de personal. "Menos trabajadores implica mayor tensión física para quienes se quedan", explica Sandra Reyes, del Centro Legal TODEC, organización que asiste a comunidades migrantes en zonas como Inland Empire y el Valle de Coachella. Con temperaturas que rozan los 45°C, muchos omiten descansos para cumplir con las exigencias, arriesgando su salud.
El fenómeno no es exclusivo de los campos. En lavaderos de autos y otros sectores con alta presencia migrante, el fantasma de la deportación altera rutinas. Incluso quienes tienen estatus legal reportan evitar zonas de control, creando un clima de parálisis económica y social. Mientras el termómetro sube, las incertidumbres legales y laborales escalan en paralelo.