Venezolano denuncia torturas en prisión salvadoreña tras deportación de Estados Unidos

Todo comenzó el 13 de marzo, día de su cumpleaños, cuando agentes federales lo interceptaron en Irving. Los tatuajes en su piel —según le dijeron— eran prueba de su vínculo con el Tren de Aragua, algo que él desmiente categóricamente. Cuatro meses después, presentó una denuncia administrativa contra el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., marcando un precedente legal.
Detalles clave del caso:
Este caso se enmarca en la política de deportaciones masivas impulsada por el gobierno de Trump, que utilizó la Ley de Enemigos Extranjeros —una norma de tiempos de guerra— para justificar traslados a El Salvador. Aunque algunos deportados tenían antecedentes, investigaciones revelaron que la mayoría carecía de ellos.
Mientras su abogado, Juan Proaño, prepara más denuncias similares, León Rengel insiste en que su lucha no es solo por compensación económica: "Quiero que nadie más pase por esto". Su historia expone grietas en el debido proceso y plantea preguntas incómodas sobre el tratamiento a migrantes bajo medidas excepcionales.