Niños migrantes sufren condiciones inhumanas en centros de detención de EE.UU.

Según documentos judiciales obtenidos por CBS News, los menores detenidos enfrentan situaciones que van más allá de lo indignante: uno desarrolló erupciones cutáneas tras cuatro días sin poder cambiarse de ropa interior, otro comenzó a autolesionarse golpeándose la cabeza ante la desesperación. Pero quizá lo más revelador son las palabras de los agentes: "Huelen a mierda", dijo uno. "Son mierda", respondió otro.
Este escenario se da mientras el gobierno federal presiona para terminar con el Acuerdo Flores, un pacto legal que establece estándares mínimos de trato para menores migrantes. La administración argumenta que este acuerdo "fomenta la migración" y limita su capacidad de aplicar políticas migratorias. La jueza Dolly Gee tiene hasta el 8 de agosto para emitir un fallo.
Los abogados defensores presentaron evidencias de que, incluso con el Acuerdo Flores vigente, las condiciones son alarmantes:
El Departamento de Seguridad Nacional asegura que esta modificación busca "agilizar procesos", pero organizaciones de derechos humanos la ven como un ataque directo a las garantías fundamentales de los menores no acompañados. Mientras tanto, en los centros de detención, los relatos de maltrato siguen acumulándose como sombras en un sistema cada vez más cuestionado.