Trump lanza ultimátum a farmacéuticas: bajen precios o habrá consecuencias

Según documentos obtenidos por CNN, el mandatario envió cartas personalizadas a los 17 principales laboratorios del país, incluyendo pesos pesados como Merck, Johnson & Johnson y Pfizer. La exigencia es clara: alinear los precios domésticos con los que aplican en mercados como Canadá o Reino Unido, donde los mismos fármacos cuestan hasta tres veces menos.
Los mercados reaccionaron al instante. Las acciones de las farmacéuticas mencionadas cayeron entre 1.5% y 5% en Wall Street, reflejando la nerviosidad de los inversionistas. Sin embargo, los analistas son escépticos:
"Legalmente, el presidente no tiene autoridad para imponer esto", explica Spencer Perlman, experto en políticas de salud de Veda Partners. El obstáculo clave: ningún mecanismo regulatorio actual permite fijar precios de referencia internacional en el mercado estadounidense.
Detrás de la jugada hay un cálculo político. Trump busca capitalizar el descontento popular ante medicamentos que, según datos oficiales, consumen el 17% del ingreso promedio de las familias. Pero la industria contraataca: "Esto beneficiaría más a los gobiernos estatales que a los pacientes", señala Chris Meekins de Raymond James.
Las farmacéuticas ya esgrimen su principal argumento: la amenaza a la innovación. Alegan que los márgenes reducidos afectarían la investigación, justo cuando China avanza en el sector biofarmacéutico. Mientras, los demócratas observan con escepticismo lo que consideran una maniobra preelectoral.
El escenario recuerda al fallido intento de 2020, cuando tribunales frenaron una medida similar. La diferencia ahora es el alcance: no solo medicamentos específicos, sino todo el portafolio. Aunque como advierten los expertos, sin cambios legislativos, todo queda en palabras.