Crisis laboral en Estados Unidos: campos y fábricas colapsan sin migrantes

En Kansas, los tambos lecheros operan a media máquina. "Perdimos más de la mitad de la fuerza laboral en cuestión de horas. ICE no entiende que sin estos trabajadores, la leche se echa a perder antes de llegar a los camiones", explica Matt Teagarden, líder de ganaderos locales. La paradoja es clara: mientras el gobierno promete proteger empleos, campos enteros de cultivos se pudren sin manos que los cosechen.
La construcción sufre igual suerte. Jim Tobin, de la Asociación Nacional de Constructores, revela que retrasos en 48% de proyectos se deben a ausencias masivas. "No es solo miedo a la deportación—es el terror de que separen familias donde unos tienen papeles y otros no", detalla.
Economistas como Stuart Anderson alertan sobre el costo real: el crecimiento económico de EE.UU. podría caer hasta 1.5% este año. "Desde 1940 no veíamos tal escasez de mano de obra. Históricamente, eso solo se resolvió con programas como el Bracero", reflexiona Robert Bruno de la Universidad de Illinois.
Mientras, corporaciones como Disney y Amazon han recortado miles de empleos temporales. El fantasma de la inflación asoma: sin trabajadores, los precios de alimentos y vivienda ya muestran picos del 8.3% en zonas críticas. La pregunta que resuena en los pasillos empresariales es simple pero brutal: ¿Quién llenará estos vacíos cuando ni los estadounidenses quieren estos trabajos?