'Trump Burger': el drama migratorio del restaurante que idolatra al presidente

Detrás de las paredes adornadas con banderas MAGA y retratos del exmandatario, se esconde la historia de Roland Beainy, el propietario libanés de 28 años cuyo futuro en Estados Unidos pende de un hilo. Según documentos oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Beainy ingresó al país en 2019 con una visa de turista que expiró en febrero de 2024. Su negativa a abandonar el territorio lo llevó a ser arrestado en mayo pasado, desencadenando un proceso de deportación.
Lo que hace peculiar este caso es el contraste entre el discurso que promueve el restaurante y la realidad de su dueño:
El conflicto no termina ahí. Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional revelaron que Beainy habría intentado obtener la residencia mediante un matrimonio cuestionado, descrito por las autoridades como "una farsa para manipular el sistema". A esto se suman acusaciones de agresión y el hecho de que la Organización Trump demandó al restaurante por uso no autorizado de su marca.
Mientras los abogados de Beainy luchan por evitar su deportación, los clientes siguen llegando al local. Algunos por curiosidad, otros por convicción, pocos parecen conocer el drama que se desarrolla entre bambalinas. Entre fotos con el retrato de Trump y hamburguesas con su nombre grabado al fuego, la historia de este "magnate culinario" se sigue escribiendo entre contradicciones y papas fritas.