Niño con cáncer deportado de Estados Unidos a Honduras en medio de batalla legal

Según documentos judiciales, Romeo, diagnosticado con cáncer de riñón en etapa 4, fue deportado junto a su madre y sus dos hermanas —de 7 y 2 años— tras ser detenidos en Louisiana. "No se les permitió contactar a sus abogados ni organizar el cuidado médico de los niños", denunció el National Immigration Project, uno de los organismos que presentó la demanda. Aunque las autoridades insisten en que no hubo coerción, los abogados argumentan que el traslado violó protocolos básicos de protección infantil.

Los detalles médicos del caso son alarmantes:

• El pequeño fue diagnosticado a los 2 años con un tipo raro y agresivo de cáncer.
• Recibía quimioterapia y seguimiento especializado en EE.UU., terapias inaccesibles en Honduras.
• Expertos señalan que interrumpir su tratamiento podría tener consecuencias fatales.

Mientras organizaciones de derechos humanos exigen explicaciones, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) defendió su postura. "Las madres optaron por no separarse de sus hijos", declaró Tricia McLaughlin, portavoz del organismo. Sin embargo, activistas replican que la falta de alternativas reales convierte esa 'decisión' en una ficción legal.

Este no es un caso aislado. En años recientes, al menos otros dos niños estadounidenses con condiciones médicas graves fueron deportados con sus padres migrantes. La demanda actual busca no solo el retorno de las familias, sino sentar un precedente para evitar que se repitan situaciones similares. Mientras tanto, Romeo enfrenta su batalla más difícil: sobrevivir lejos del sistema de salud que podría salvarlo.

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