El operativo, coordinado entre el Departamento de Seguridad Nacional y ICE, dejó al descubierto un esquema sofisticado. No solo se trataba de explotación sexual: salones de belleza funcionaban como "fachadas para lavar dinero", según documentos judiciales. Durante los allanamientos, las autoridades incautaron:
- $565,000 dólares en efectivo
- Paquetes de metanfetamina con peso superior a 5 kilos
- Fentanilo listo para distribuirse en el mercado negro
Entre los detenidos secundarios figuran tres centroamericanos: Guillermo Infante Arévalo, Eudis Enrique Cuellar-Martínez y Pablo Martínez Cañas, quienes según reportes actuarían como "transportistas de las víctimas". Un agente federal que pidió reserva de identidad detalló: "Las familias llegaban creyendo en el sueño americano. Les quitaban pasaportes y los obligaban a prostituirse o a trabajar en fábricas clandestinas".
Los menores rescatados -cuya nacionalidad aún no se divulga- fueron trasladados a albergues especializados. Las pesquisas ahora apuntan a posibles conexiones con cárteles mexicanos y grupos de trata asiáticos, según fuentes cercanas al caso.
