Violencia y desafíos continúan para los migrantes a pesar de la disminución en los cruces

Aunque la migración desde América Latina hacia la frontera de EE. UU. ha disminuido en comparación con los años anteriores, aquellos que continúan el viaje se enfrentan a una violencia constante y a una explotación en los países que atraviesan. Según un informe reciente de Médicos Sin Fronteras, los migrantes que logran llegar a México están varados debido a las tácticas de disuasión implementadas por EE. UU., como el cierre de vías de asilo. Esta situación ha resultado en una crisis humanitaria, especialmente en el trayecto que va desde el Tapón del Darién hasta México, uno de los caminos más peligrosos del mundo.
Entre enero de 2024 y mayo de 2025, las autoridades de Médicos Sin Fronteras documentaron más de 3,000 víctimas de violencia sexual y entrevistaron a 17,000 migrantes que necesitaban asistencia psicológica debido a experiencias de robo, extorsión, secuestro, tortura y trabajo forzado. El informe también destacó un aumento en los casos de ansiedad y depresión, atribuibles en gran parte a los cambios abruptos en las políticas migratorias de EE. UU. implementadas por la administración Trump.
El impacto humano de estas políticas restrictivas es devastador, según la organización, que insta a EE. UU. y otros gobiernos a revertir las tácticas de militarización y disuasión. En su informe, Médicos Sin Fronteras señala que, tras el cierre de las vías de asilo, muchos migrantes se encuentran dispersos y ocultos, temerosos de ser etiquetados como criminales. El aumento de las patrullas militares y las exhibiciones de armamento pesado, como helicópteros y drones, envían un mensaje claro a los migrantes: "La frontera está cerrada."
Además, la externalización de la política migratoria de EE. UU. ha exacerbado la situación en países como México y Guatemala, donde los migrantes enfrentan controles estrictos, detenciones y expulsiones forzadas. La reducción de la ayuda humanitaria internacional, debido a la disminución de los fondos de USAID, también ha afectado la capacidad de los migrantes para acceder a atención médica y alimentos. Mientras tanto, la migración inversa se ha convertido en una realidad, con miles de migrantes retornando desde el norte hacia el sur debido a la desesperanza y la falta de oportunidades.