DHS acelera construcción de muro fronterizo en Texas con exención legal

Este movimiento no es aislado: forma parte de un contrato ya activo que utiliza fondos asignados en 2019 por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Lo relevante aquí es que se trata del séptimo permiso especial otorgado por Noem para saltarse regulaciones ambientales y burocráticas bajo el argumento de "protección nacional".
Los detalles que pocos conocen:
El verdadero juego de poder está en el Artículo 102 de la ley de inmigración de 1996, que permite al DHS ignorar 36 regulaciones ambientales y tribales, desde protección de especies hasta consultas a comunidades nativas. Mientras activistas denuncian daños ecológicos irreversibles, las autoridades insisten en que es la única forma de contener lo que llaman "flujos migratorios sin precedentes".
Con excavadoras avanzando sobre terrenos donde antes habitaban jaguares y águilas reales, Texas se convierte otra vez en el laboratorio de las políticas fronterizas más duras. Los próximos meses definirán si esta apuesta por el control absoluto cumple sus promesas de seguridad o profundiza las tensiones con México.