Trump erosiona protecciones laborales mientras protestas sacuden Estados Unidos

El pasado 1 de septiembre, mientras Estados Unidos conmemoraba el Labor Day, más de 900 ciudades fueron escenario de protestas masivas. La consigna "Trabajadores por encima de los milmillonarios" resonó desde San Francisco hasta Chicago, donde manifestantes se congregaron frente a la icónica Torre Trump. Las imágenes de las movilizaciones, capturadas por fotógrafos de AP y Reuters, muestran carteles con mensajes como "Protejan nuestros derechos" y "No más recortes".
Detrás de esta ola de indignación hay una serie de decisiones ejecutivas que han impactado directamente a los trabajadores:
Mientras la Casa Blanca insiste en que "ninguna administración ha luchado tanto por el trabajador americano", documentos internos filtrados revelan que el Departamento de Asuntos de Veteranos busca eliminar protecciones para 400,000 empleados. Economistas advierten que la revocación del salario mínimo para contratistas podría significar pérdidas de hasta $9,200 anuales por trabajador.
El escenario se complejiza con la escasez de mano de obra en sectores clave. Contratistas de construcción reportan que "las obras se paralizan" ante la imposibilidad de reemplazar trabajadores deportados. En áreas metropolitanas como Riverside-San Bernardino-Ontario, el empleo en construcción se redujo en 7,200 puestos solo en los últimos meses.
Lo que queda claro es que las políticas laborales de esta administración están redefiniendo no solo derechos adquiridos, sino la propia dinámica del mercado laboral estadounidense. Mientras los sindicatos califican a Trump como "el presidente más antiobrero de la historia", las consecuencias de estas medidas apenas comienzan a manifestarse en la economía real.