Gabriel Herrera ha levantado la voz para denunciar el continuo acoso sexual que su esposa ha sufrido. El presunto acosador, identificado como Fernando N., no solo ha enviado imágenes explícitas de sus genitales sino que también ha hostigado a diversas mujeres con mensajes incoherentes y perturbadores a través de las redes sociales.
Este comportamiento sugiere un estado mental alterado y una falta de respeto total hacia las mujeres. Las investigaciones revelan un historial de detenciones por posesión de drogas, aunque Fernando N. parece evadir consecuencias legales significativas, presumiblemente gracias a su relación con el presidente municipal de Tepeaca, con quien, según afirma, incluso ha consumido sustancias ilícitas. Este escándalo no solo pone en tela de juicio la integridad moral de Fernando N., sino que también lanza un sombrío reflejo sobre la administración municipal de Tepeaca, sugiriendo complicidad o, al menos, una preocupante negligencia. La comunidad y víctimas exigen justicia y piden a otros afectados presentar sus denuncias, en un intento por desmantelar la red de impunidad que Fernando N. parece haber tejido alrededor de sus actos deplorables.