A lo largo del año 2023, se registraron 14,890 tomas clandestinas en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), siendo un aumento del 6.7 por ciento en comparación con el año 2022, según datos obtenidos a través de una solicitud de transparencia. Este número marca un nuevo récord en la cantidad de estos delitos, superando incluso los niveles alcanzados en 2018, cuando el problema del robo de combustible estaba en su punto más álgido.
Según el documento proporcionado a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, los meses con el mayor número de tomas clandestinas en México fueron marzo, con 1,406 reportes; febrero, con 1,390; y enero, con 1,388 perforaciones.
Hidalgo encabezó la lista de entidades con el mayor número de estos delitos durante 2023, con un total de 3,676 reportes en todo el año, seguido de Jalisco, con 2,482, y el Estado de México, con 1,475 incidentes de este tipo.
Recientemente, Pemex envió un informe a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), detallando que las pérdidas por huachicol ascendieron a 20,168.8 millones de dólares en 2022 y 19,891.2 millones de dólares en 2023.
En el informe, se menciona que, debido a la sofisticación y extensión de las redes ilegales, se han implementado diversas iniciativas en los últimos años para desarrollar un modelo operativo sostenible que proteja a los trabajadores, instalaciones, activos y valores de la empresa.
Al inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el 27 de diciembre de 2018, días después de asumir el cargo, se anunció el Plan Conjunto del Gobierno de México para Combatir el Robo de Hidrocarburos de Pemex.
El presidente señaló que, en 2017, el robo de combustible representó una pérdida de 60 mil millones de pesos para Pemex, lo que equivalía a un robo diario de más de 600 pipas de 15 mil litros cada una. En lo que iba del año 2018, se consideraba una cantidad similar.