El Día de Corpus Christi, festividad religiosa de gran importancia para la Iglesia Católica, conmemora el sacramento de la Eucaristía y su origen se remonta al siglo XIII, específicamente al año 1264, tras el Milagro de Bolsena. El Papa Urbano IV instituyó esta celebración anual en honor a la presencia de Cristo en la Eucaristía.
En todo el mundo, la festividad se marca con diversas tradiciones, siendo una de las más destacadas la procesión, donde los fieles acompañan al sacerdote que lleva el Santísimo Sacramento en una custodia por las calles adornadas con flores y alfombras elaboradas. Esta procesión pública es una muestra de fe y devoción que involucra a toda la comunidad católica y se conmemora cada año 60 días después del Domingo de Resurrección.
En México, la celebración toma un giro peculiar con el "Día de las Mulas", una tradición que refleja el sincretismo entre las culturas europeas y las prehispánicas. En esta ocasión, se regalan mulas hechas de hoja de maíz, adornadas con motivos y colores diversos, como símbolo de amistad y agradecimiento por la abundancia o buena cosecha. Este gesto evoca las ofrendas de las primeras cosechas a los dioses prehispánicos y la llegada de los españoles, donde las mulas transportaban los primeros frutos de las cosechas.