La liberación de Juan Vera, presunto agresor de la saxofonista María Elena Ríos, ha causado una gran indignación en redes. Este hecho ha reavivado el debate sobre la corrupción y la impunidad en el sistema judicial mexicano. María Elena Ríos, víctima de un brutal ataque con ácido, denunció que la liberación de su agresor fue resultado de un acuerdo corrupto entre el juez José Gabriel Ramírez Montaño y la magistrada Berenice Ramírez Jiménez, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.
En septiembre de 2019, la saxofonista María Elena Ríos sufrió un brutal ataque con ácido que le dejó graves quemaduras. Ríos ha denunciado que la liberación de su agresor fue resultado de un acuerdo corrupto entre el juez José Gabriel Ramírez Montaño y la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, Berenice Ramírez Jiménez, lo que evidencia la corrupción en el sistema judicial.
En un emotivo mensaje en redes sociales, María Elena Ríos expresó su frustración: “Esto es Oaxaca, esto es México, esta es la impunidad que vivimos las mujeres mientras luchamos por justicia.” La liberación de Vera Carrizal ha causado un gran revuelo entre usuarios de redes sociales y colectivos de derechos humanos, quienes han criticado fuertemente la decisión judicial.
El juez Ramírez Montaño justificó su decisión argumentando que Vera fue absuelto del cargo de feminicidio en grado de tentativa y ordenó el levantamiento de todos los embargos sobre sus bienes. Esta resolución ha sido recibida con incredulidad y rechazo, y muchos en redes sociales han expresado su descontento con un sistema judicial que, según ellos, permite que los agresores queden en libertad.
Los comentarios en redes sociales reflejan una profunda indignación y preocupación por la seguridad de María Elena Ríos, con muchos usuarios exigiendo justicia y protección para la saxofonista. Otros han criticado la inacción del sistema judicial, destacando la urgente necesidad de reformas y cuestionando la utilidad de denunciar y llevar a cabo investigaciones si los agresores terminan siendo liberados.
Este caso pone de relieve la desconfianza en el sistema de justicia mexicano, con una creciente indignación entre colectivos feministas y muchos usuarios en redes sociales, quienes consideran que algunos agresores y actos de corrupción quedan impunes. María Elena Ríos continúa con su lucha, mientras aumenta la presión sobre las autoridades para que aseguren justicia y protección a las víctimas de violencia de género.