En un barrio tranquilo de Monterrey, la serenidad se vio interrumpida por un acto de violencia que conmocionó a la ciudad. Magaly A., una joven madre, luchaba por su vida en terapia intensiva, víctima de un ataque salvaje que la dejó con múltiples heridas de arma blanca. La tragedia, que se desató el pasado domingo 18 de agosto, sacudió a la comunidad, dejando un rastro de horror y un interrogante que resonó en las calles: ¿quién era el responsable de este acto brutal?
Las versiones de familiares apuntan a Édgar Alejandro, expareja sentimental de Magaly, como el presunto autor de la agresión. Según los relatos, el ataque ocurrió en la propia casa de la víctima, donde Magaly descansaba junto a su prima y su pequeño hijo de 5 años. Édgar, con sigilo, ingresó al domicilio sin permiso y la atacó con un cuchillo, infiriéndole alrededor de 12 puñaladas.
El impacto del incidente se propagó rápidamente por las redes sociales, donde familiares y amigos de Magaly, consternados por la situación, solicitaban donaciones de sangre para la joven, cuyo estado de salud se reportaba como delicado.
Las especulaciones sobre el móvil del ataque apuntan a un acto de celos desatado por la negativa de Magaly a dejar a su hijo al cuidado de Édgar mientras ella salía con amigos. La furia del presunto agresor se desató en un acto de violencia brutal, que dejó a Magaly luchando por su vida y a la ciudad en shock.
El presunto agresor, de 32 años, desapareció tras el ataque, dejando un vacío de justicia que se extendió por las calles de Monterrey. Las autoridades iniciaron una búsqueda exhaustiva para dar con su paradero, mientras la comunidad clamaba por justicia y la pronta recuperación de Magaly.
Mientras la ciudad se recupera del impacto de la tragedia, la búsqueda de Édgar Alejandro continúa. La imagen del ex policía de Fuerza Civil, difundida en redes sociales, se convirtió en un símbolo del miedo y la inseguridad que acechaban a la comunidad. Las calles de Monterrey se mantienen en alerta, esperando que la justicia se haga presente y se ponga fin a la espiral de violencia que ha teñido de sangre la ciudad.