Un pasajero, cuyo destino era Guadalajara, fue encontrado sin vida a bordo de un camión foráneo. El conductor, con la voz entrecortada, relataba la escalofriante historia a los agentes: un asalto brutal a la altura de Cocula, Jalisco.
Tres individuos, armados hasta los dientes, irrumpieron en el camión, sometiendo a todos los pasajeros y al chofer. Tras despojarlos de sus pertenencias, se bajaron del vehículo como si nada hubiera pasado. El viaje continuó hacia Guadalajara, pero el terror se instaló en el ambiente. Al llegar a la central camionera, los pasajeros descubrieron un hombre inconsciente, con un charco de sangre a su lado.
Paramédicos de la Cruz Verde Marcos Montero, llamados de emergencia, confirmaron el peor de los escenarios: el hombre, de entre 30 y 35 años, presentaba un impacto de bala en el cráneo. La escena era desgarradora, una vida truncada en medio del viaje.
El Ministerio Público del estado de Jalisco, en coordinación con la Guardia Nacional, se encargó de asegurar el lugar del hallazgo. Los pasajeros, testigos mudos del trágico suceso, fueron sometidos a interrogatorios para reconstruir el panorama del crimen. Las cámaras de seguridad de la central camionera, tanto en Manzanillo como en San Pedro Tlaquepaque, serán revisadas en busca de pistas que lleven a la identificación de los responsables.
Mientras tanto, el cuerpo del infortunado pasajero fue trasladado a la morgue metropolitana, donde se le practicará la autopsia para determinar la causa exacta de su muerte. Las autoridades, en su afán por dar con los culpables, se enfrentan a un camino lleno de interrogantes. El caso, envuelto en un halo de misterio y violencia, deja en evidencia la creciente ola de inseguridad que golpea al país.