La presidenta electa Claudia Sheinbaum ha salido al paso de estas inquietudes, asegurando que los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, no tienen motivo para alarmarse. Sheinbaum enfatizó que la reforma "no tiene costo político", y que, por el contrario, fortalecerá la democracia y la justicia en México.
"Sus inversiones van a estar bien cuidadas en México", declaró, asegurando que la reforma no representa un riesgo para la estabilidad económica del país.
La iniciativa, que se espera sea votada el próximo miércoles, ha generado controversia por su propuesta de elegir jueces por voto popular. También contempla una reducción en el número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de 11 a 9, y una disminución en el tiempo de duración de su cargo, de 15 a 12 años.
La reforma busca transformar el sistema judicial mexicano, haciéndolo más democrático y accesible para la ciudadanía. Sin embargo, la implementación de estos cambios y sus posibles impactos aún están por verse.
La reforma al Poder Judicial se encuentra en el centro del debate político actual, y es inevitable que siga dando de qué hablar en los próximos días. Las declaraciones de Sheinbaum han buscado tranquilizar a los mercados, pero la incertidumbre sobre el futuro del sistema judicial mexicano persiste.