Un centenar de trabajadores del sector salud, agrupados bajo la Asamblea Nacional de Trabajadores de la Salud, recorrieron las calles del centro histórico para hacer llegar un mensaje claro a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo: queremos ser escuchados.
Su punto de partida: las oficinas centrales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Su destino final: el Ángel de la Independencia. Su objetivo: solicitar un diálogo abierto y urgente para discutir el futuro del sistema de salud.
"En la mayoría de los hospitales públicos carecemos de insumos médicos necesarios, y de suficientes especialistas para la atención de los pacientes", expresó uno de los manifestantes. "Es urgente que se atiendan las condiciones precarias de la infraestructura hospitalaria, y que se garanticen condiciones dignas de trabajo para todos".
Fabián Infante Valdéz, enfermero del Hospital de Especialidad de Ixtapaluca, estado de México, fue más contundente: "queremos emplazar a la futura presidenta Claudia Sheinbaum a un diálogo público para discutir su proyecto de salud. Hasta ahora no se ha escuchado a los trabajadores del sector, y la creación del IMSS-Bienestar representa una carga adicional en un sistema de salud que sigue deteriorado y en condiciones precarias".
La marcha, la primera de carácter nacional organizada por la Asamblea, representa una llamada de atención a un sistema de salud que, según sus miembros, ha dejado de lado las necesidades del personal médico. "Los sindicatos institucionales del sector salud, han tenido su propia agenda, y no se han preocupado por garantizar verdaderas condiciones de igualdad salarial y de prestaciones para todos el personal que labora en el sistema de salud, tanto federal, como en los estados", destacaron.
La fecha límite para este diálogo: el 15 de octubre. La esperanza: que el futuro del sistema de salud se construya con la participación de quienes trabajan en él día a día.