Este hospital pionero ha implementado el uso de sensores que miden los niveles de azúcar en la sangre de manera continua, evitando las dolorosas punciones que antes eran una constante en la vida de estos pequeños.
Isaac, de 10 años, es el primer paciente en beneficiarse de esta innovadora tecnología. Diagnosticado con diabetes tipo 1 hace tres años, Isaac solía sufrir siete punciones diarias para monitorear sus niveles de glucosa. Ahora, con el sensor, podrá vivir una vida más tranquila y sin las molestias que antes le impedían disfrutar plenamente de su infancia.
El éxito de este programa no se limita a la tecnología. Se trata de una atención integral y multidisciplinaria, coordinada por especialistas en endocrinología pediátrica, psicología, nutrición, trabajo social y enfermería. Estos profesionales trabajan en conjunto dentro del programa "Viviendo con diabetes", que ofrece atención a los niños diagnosticados con la enfermedad en bloques de cuatro meses.
Esta iniciativa surge ante el preocupante aumento de la diabetes tipo 1 en la población infantil, principalmente relacionado con el alto índice de obesidad. Mensualmente, el programa atiende entre 15 y 20 pacientes, con un total de 180 a 200 pacientes atendidos al año.
La diabetes tipo 1 se presenta cuando el páncreas no produce la insulina necesaria. Para suplir esta función, el monitoreo de los niveles de glucosa es crucial. Estos nuevos sensores son una esperanza para los niños con diabetes tipo 1, permitiéndoles llevar una vida más cómoda y libre de las constantes punciones.
El programa "Viviendo con diabetes" es un ejemplo de cómo la innovación tecnológica y el trabajo en equipo pueden ofrecer a los niños con diabetes tipo 1 la mejor atención posible.