Este cambio tiene como objetivo reducir gastos y optimizar la administración pública para alinearse mejor con los nuevos programas sociales que prometió durante su campaña.
"Vamos a implementar una reconfiguración de la burocracia, lo que implicará que algunos funcionarios serán reubicados en diferentes puestos", declaró Sheinbaum durante su llegada a la casa de transición. La mandataria enfatizó que estas modificaciones buscan generar ahorros en el presupuesto federal, un aspecto que se revisa anualmente en el Congreso.
Entre los programas destacados se encuentra "Alimentación para el Bienestar", que fusionará las operaciones de Seguridad Alimentaria Mexicana y Diconsa. Diconsa ha estado involucrado en controversias por corrupción en el pasado, y la fusión busca optimizar el manejo de recursos y mejorar la eficiencia del programa.
Otro cambio significativo es la elevación del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías al rango de Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación, con Rosaura Ruiz a su mando. Este movimiento refleja la importancia que el gobierno de Sheinbaum le otorga a la investigación científica y al desarrollo tecnológico.
Estos cambios se dan en el contexto de las reformas impulsadas por el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, que buscan simplificar la administración gubernamental. Esto incluye la eliminación de siete órganos autónomos, lo que refleja un esfuerzo por reducir la complejidad burocrática.
Sheinbaum ya ha designado a varios miembros de su gabinete, incluyendo a Enrique Covarrubias como subsecretario de Defensa Nacional y a Edgar Abraham Amador en Hacienda. Además, varios funcionarios que ya ocupaban puestos clave continuarán en sus roles, lo que sugiere una continuidad en algunas políticas.
La nueva administración promete no solo cambios estructurales, sino también una reevaluación del enfoque hacia programas sociales, buscando un mejor funcionamiento del gobierno en los próximos seis años bajo el liderazgo de Sheinbaum.