Su victoria en las elecciones de junio, con un récord de 35,9 millones de votos, la coloca en una posición única para marcar un nuevo rumbo para el país. Sin embargo, su gobierno no estará exento de retos, algunos de ellos especialmente complejos.
1. La violencia: La violencia y el crimen organizado son problemas que han plagado a México durante décadas. A pesar de las cifras que indican una reducción en la tasa de homicidios, el país registró un preocupante número de asesinatos durante el mandato de López Obrador, más que en sexenios anteriores. Sheinbaum tiene la difícil tarea de reducir estas cifras y debilitar el poder de las mafias.
Necesitamos una presidencia que tenga la voluntad política para tomar este tema de frente con todas sus aristas y reconocer las redes de protección desde el Estado que por años han sustentado el crimen organizado, sostiene Sandra Ley, profesora distinguida del Tecnológico de Monterrey.
Si bien Sheinbaum logró disminuir los homicidios en la Ciudad de México, existen dudas sobre la efectividad de sus estrategias de seguridad, especialmente en relación al aumento de las defunciones por causas no determinadas. A nivel nacional, la problemática se extiende más allá de los homicidios, incluyendo desapariciones, desplazamientos forzados y la injerencia del crimen organizado en la política local.
2. Los derechos de las mujeres: México ha avanzado en la paridad de género en la política, pero la realidad social muestra que las mujeres aún sufren graves violaciones de sus derechos.
Nueve mujeres son asesinadas por día en el país, de acuerdo a la ONU. El 70% de las mexicanas ha padecido algún tipo de violencia, ya sea psicológica, sexual, física, económica o discriminatoria, según el Inegi.
Aunque la Suprema Corte de Justicia despenalizó el aborto en todo México, solo 14 de los 32 estados han modificado sus leyes para reflejar esta decisión. Sheinbaum, como primera mujer presidenta, tiene la oportunidad de convertir la agenda de las mujeres en un tema central, abordando temas como la erradicación de la violencia, los cuidados y la participación política y laboral de las mujeres.
3. La frontera: La relación con Estados Unidos, especialmente la situación en la frontera, será un tema crucial para el gobierno de Sheinbaum. El cruce de migrantes sin papeles desde México es un punto sensible en la política estadounidense, y se espera que la presión sobre México para controlar el flujo migratorio se mantenga, independientemente de quién gane las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Para la próxima presidenta de México va a ser un reto muy complejo y muy delicado de manejar, dice Michael Shifter, expresidente de Diálogo Interamericano.
Sheinbaum ha expresado su deseo de trabajar con el próximo presidente de Estados Unidos, pero las diferencias ideológicas entre ambos países podrían complicar la relación.
4. El factor AMLO: Sheinbaum llega al poder con el apoyo de López Obrador, un presidente con alta popularidad. Su relación con su predecesor será crucial para su mandato, y se espera que influya en las decisiones que tome.
Sheinbaum se va a querer mantener cercana políticamente a su antecesor, afirma Luis Carlos Ugalde, director de Integralia.
La transición del poder ha estado marcada por la influencia de López Obrador, quien ha tenido un papel activo en el nombramiento de funcionarios del nuevo gobierno, incluso en la designación de su hijo como secretario de organización de Morena.
El futuro de Sheinbaum está lleno de desafíos. Su capacidad para enfrentar estos retos y marcar su propio camino sin depender completamente de su predecesor, será fundamental para su legado.