Recientemente, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en su conferencia matutina del 21 de octubre de 2024, abordó un punto crucial: el consumo de alcohol como factor de violencia.
La mandataria reconoció la importancia de abordar este problema desde diferentes frentes, dejando claro que la educación y la concientización juegan un papel fundamental. Se busca que la ciudadanía comprenda a profundidad el daño que el consumo excesivo de alcohol puede generar, no solo en la salud individual, sino también en las relaciones interpersonales y la posibilidad de generar violencia.
Sin embargo, la respuesta no se limita a la educación. La presidenta mencionó que se revisará la regulación del alcohol para analizar hasta dónde es posible tomar medidas que limiten su acceso y consumo, buscando crear un entorno más seguro para la población.
Es importante destacar que la prioridad sigue siendo la educación social comunitaria, la cual busca generar un cambio de mentalidad desde la base, fomentando la cultura del respeto y la no violencia. Este enfoque integral busca prevenir la violencia de género desde sus raíces, atacando tanto la cultura del consumo excesivo como la normalización de comportamientos violentos.