Con el objetivo de ampliar el acceso a la universidad, la administración actual se ha puesto como meta incrementar la matrícula en instituciones públicas. Sin embargo, surge una pregunta: ¿cómo podemos garantizar que este impulso a la educación no se traduzca en una disminución de la calidad de la investigación e innovación?
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en su conferencia matutina del 23 de octubre de 2024, mencionó la construcción de nuevas sedes para la Universidad Rosario Castellanos, la Universidad de la Salud y las Universidades del Bienestar Benito Juárez. También se busca aumentar la matrícula del Tecnológico Nacional de México y el Instituto Politécnico Nacional. Estas medidas, sin duda, amplían las oportunidades para acceder a la educación superior, pero requieren de una estrategia integral que garantice la calidad del proceso educativo.
Es fundamental que la expansión de la matrícula no se traduzca en una reducción de la calidad educativa. Se requiere asegurar que los nuevos estudiantes tengan acceso a una educación de calidad, incluyendo la investigación e innovación. Esto implica fortalecer los cuerpos académicos, promover la investigación y asegurar la disponibilidad de recursos para la adquisición de equipos e infraestructura necesarios.
Es un reto importante, pero no imposible. La clave estará en encontrar un equilibrio entre la expansión de la matrícula y la calidad de la educación, asegurando que la investigación e innovación sean pilares fundamentales del desarrollo académico del país.