La llegada de la Ley Animal, impulsada por el gobierno federal, ha desatado un debate sobre la coexistencia entre la tradición y el bienestar animal. La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se ha pronunciado abiertamente como una férrea defensora de los animales, afirmado que la ley busca un futuro más ético y responsable en relación con ellos. Sin embargo, ha abierto la puerta a un diálogo sobre la continuidad de las corridas de toros y peleas de gallos, actividades que generan controversia.
Sheinbaum reconoció la importancia de considerar la perspectiva de quienes se dedican a estas prácticas tradicionales. "Siempre hay dos puntos de vista", declaró, reconociendo que la ley debe ser una herramienta para buscar alternativas que prioricen el bienestar animal sin afectar a quienes dependen del sector.
La mandataria ha prometido explorar opciones para la "orientación distinta" de las corridas de toros y peleas de gallos, priorizando la protección de los animales sin dejar de lado la realidad de las personas que dependen de estas actividades.
"Es tiempo de proteger a los animales y de revisar estas prácticas que han existido durante muchos años", afirmó, subrayando la necesidad de un cambio cultural para lograr una convivencia más respetuosa con las diferentes especies.