Un nuevo modelo educativo está naciendo, uno que promete romper con las barreras geográficas y abrir las puertas a la innovación tecnológica.
La Universidad Rosario Castellanos, nacida en la Ciudad de México, está lista para dar un salto histórico: su expansión a todo el país, convirtiéndose en la Universidad Nacional Rosario Castellanos. Esta transformación no solo representa un crecimiento físico, sino un cambio en la forma en que se imparte la educación superior.
Con 150,000 espacios nuevos a lo largo del sexenio, la universidad tiene planes ambiciosos. Comitán, Chiapas, y Tijuana, Baja California, serán las primeras ciudades en recibir nuevas sedes, sentando las bases para una presencia nacional. La utilización de edificios existentes, donados por gobiernos estatales, y la construcción de instalaciones definitivas en terrenos donados por las autoridades locales son los pilares de esta expansión.
La Universidad Nacional Rosario Castellanos se enfocará en un modelo híbrido, combinando actividades presenciales y en línea. Esto permitirá aumentar la matrícula, fomentar la cultura digital entre los estudiantes y ofrecer una experiencia educativa flexible y adaptable.
Un aspecto crucial es el programa propedéutico. Este programa está diseñado para preparar a los estudiantes para el modelo educativo de la universidad y evitar exámenes eliminatorios, facilitando la transición al entorno universitario. Además, se implementará un programa de formación para profesores en la modalidad híbrida, asegurando que el personal docente esté preparado para las nuevas necesidades.