Tres semanas sin una gota de agua, la sed y la impotencia se apoderaron de los vecinos de la colonia Ejido Viejo de Santa Úrsula Coapa. La paciencia se agotó y la desesperación se transformó en una acción contundente: el cierre del cruce de Viaducto-Tlalpan y Ejido, paralizando el flujo vehicular en una de las arterias más importantes de la Ciudad de México.
La falta de agua se convirtió en un calvario para los residentes, quienes denuncian que las autoridades no han cumplido con sus promesas de reparación del pozo. "Dijeron que estaban arreglando el pozo, pero ya llevamos varios días sin agua y nada que reparan", lamentó una de las afectadas, quien también relató que las pipas que enviaron no llegaron a todos los necesitados.
Ante la indignación y la impotencia, más de 80 vecinos se unieron en una protesta pacífica, exigiendo una solución inmediata al problema. La vialidad se vio afectada, generando largas filas de vehículos y caos en el transporte público. Elementos de tránsito de la Policía capitalina llegaron al lugar para resguardar la seguridad de los manifestantes y para regular el tráfico, habilitando como alternativas viales la calzada de Tlalpan y División del Norte.
El futuro del bloqueo es incierto, los vecinos se mantienen firmes en su exigencia, asegurando que no desistirán hasta que se logre una solución definitiva.