El silencio de las tumbas: un dolor que resuena en la Ciudad de México. La pérdida de un ser querido siempre es un golpe difícil de asimilar, pero para Blanca Martínez, la angustia se multiplicó cuando descubrió que la tumba de su bebé Ángel Gael, quien falleció a los cuatro días de nacido, había sido profanada.
Ángel Gael fue sepultado en mayo de 2023 en el Panteón San José, en la alcaldía Iztacalco. Meses después, en octubre, Blanca y su familia encontraron la tierra removida y la tumba alterada. Al acudir a la administración del cementerio, no encontraron respuestas, lo que los llevó a interponer una denuncia ante el Ministerio Público.
La Fiscalía de la Ciudad de México, tras una larga espera, llevó a cabo la exhumación el pasado 12 de septiembre. La angustia de Blanca se tornó en desesperación cuando se confirmó lo que ya temía: no había ningún resto de su bebé, ni el pañal, ni la ropa con la que lo enterraron. En su lugar, encontraron una bolsa de basura hecha rollo, como burla a su dolor.
Blanca no ha recibido ninguna información sobre los responsables de la exhumación ilegal. Su dolor por la pérdida de Ángel Gael se agudiza ahora con la incertidumbre de dónde están sus restos y qué se hizo con ellos.
Este caso no es aislado. De 2018 a 2023, la Fiscalía capitalina ha abierto 117 carpetas de investigación por exhumaciones ilegales, siendo Iztapalapa la alcaldía con más casos. La impunidad y la falta de respuestas de las autoridades se han convertido en un eco escalofriante en los panteones de la Ciudad de México, mientras familias como la de Blanca claman por justicia y por la paz de sus seres queridos.