De acuerdo con el Centro Católico Multimedial, los hermanos estaban realizando labores de limpieza en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe cuando fueron atacados a balazos por sujetos que huyeron en una moto. Uno de los menores murió en el lugar y el otro en el hospital.
La Fiscalía de Veracruz confirmó el doble homicidio, pero no ofreció detalles del ataque.
Este trágico incidente se suma a una serie de ataques contra miembros de la Iglesia Católica en México. En octubre, el padre Marcelo Pérez, un sacerdote tsotsil reconocido por tratar de mediar en la disputa que cárteles de la droga tienen en Chiapas, fue asesinado a balazos después de celebrar misa.
Pérez fue el décimo sacerdote asesinado en México en cinco años.
En Oaxaca, las autoridades confirmaron el homicidio de Rigoberto Martínez, un entrenador de baloncesto de un equipo indígena infantil que alcanzó gran popularidad porque los niños jugaban descalzos y, pese a ser notablemente más bajitos que sus competidores, arrasaban en las canchas.
El programa de baloncesto para niños triquis compagina el deporte con estudios para ofrecer salidas a estos menores que habitan en remotas aldeas de una zona montañosa muy pobre y con altos niveles de violencia. El equipo saltó a la fama cuando los triquis jugaron contra equipos escolares estadounidenses durante un viaje en 2013 a la zona de Los Ángeles y luego protagonizaron un documental llamado Gigantes descalzos.
Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, lamentó el asesinato y señaló que 34 homicidios de miembros de la comunidad triqui siguen impunes.