Fue allí donde se despertó su interés por entender la situación de los migrantes y cómo podía ayudarlos. En 2009, se unió a un grupo de voluntarios en el desierto de Sonora, donde ayudó a recibir a personas que se habían perdido en el desierto.
Después de esa experiencia, Natalia decidió mudarse a la frontera y trabajar con organizaciones que ayudaban a los migrantes. En 2013, se unió a la Iniciativa Aquino, una organización que brinda asistencia legal y emocional a los migrantes. Allí, conoció a muchas personas que habían sido detenidas y deportadas, y se dio cuenta de que necesitaban un lugar seguro donde pudieran quedarse.
En 2019, Natalia decidió abrir su propia casa como un refugio para familias migrantes. La casa, que se llama "Casa de la Esperanza", ofrece un lugar seguro y acogedor para que las familias puedan quedarse mientras buscan asilo o se preparan para su próximo paso. Natalia también ofrece clases de inglés y ayuda con la documentación necesaria para solicitar asilo.
La casa de Natalia es un ejemplo de cómo la compasión y la empatía pueden hacer una gran diferencia en la vida de las personas. A pesar de los desafíos y los riesgos, Natalia sigue trabajando incansablemente para ayudar a los migrantes y brindarles un lugar seguro donde puedan quedarse.
La historia de Natalia es un recordatorio de que todos podemos hacer una diferencia en la vida de los demás, y que la compasión y la empatía son fundamentales para crear un mundo más justo y humano.
En la casa de Natalia, se puede ver la importancia de la hospitalidad y la acogida. La casa es un lugar donde las personas pueden sentirse seguras y acogidas, y donde pueden encontrar la ayuda y el apoyo que necesitan. La casa también es un ejemplo de cómo la comunidad puede unirse para ayudar a los demás, y cómo la solidaridad y la compasión pueden hacer una gran diferencia.
La historia de Natalia es un ejemplo inspirador de cómo una persona puede hacer una diferencia en la vida de los demás, y cómo la compasión y la empatía pueden ser fundamentales para crear un mundo más justo y humano.