En el corazón de la Ciudad de México, un barrio tranquilo de Tlalpan se vio sacudido por una denuncia que reveló un secreto inquietante. Los vecinos de San Miguel Topilejo habían estado notando un olor desagradable que parecía provenir de una propiedad en particular.
A medida que las quejas se acumulaban, las autoridades decidieron investigar y descubrieron un crematorio clandestino de mascotas que operaba sin permisos ni regulaciones.
La clausura del crematorio fue el resultado de una investigación exhaustiva que confirmó las denuncias de los vecinos. "No contaban con los permisos necesarios para operar un crematorio, y además, no cumplían con las normas de seguridad y salud pública", explicó un funcionario de la autoridad local. La falta de regulación y supervisión permitió que este establecimiento operara en la sombra, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de la comunidad.
Entre los hallazgos más preocupantes se encontraron:
- Falta de permisos y licencias para operar un crematorio.
- No cumplimiento con las normas de seguridad y salud pública.
- Malos olores y contaminación del aire.
La clausura del crematorio clandestino de mascotas en San Miguel Topilejo es un paso importante hacia la protección de la salud y el bienestar de la comunidad. Las autoridades han asegurado que se tomarán medidas para evitar que este tipo de establecimientos operen en la sombra y que se garantizará el cumplimiento de las normas y regulaciones en el futuro.