La tarde comenzó con un suceso impactante en Culiacán: el asesinato de un agente de la SSPC, Halexy Guadalupe V., en el sector Villas del Río. El ataque, perpetrado alrededor de las 14:00 horas, dejó al agente sin vida tras múltiples disparos contra su vehículo. El Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó el hecho a través de un comunicado oficial, afirmando: “Esta Secretaría colaborará con las investigaciones y no descansará hasta detener a los responsables de este lamentable suceso”.
Horas más tarde, la violencia se trasladó al sur de la ciudad, específicamente al exclusivo fraccionamiento Montebello. Un ataque armado contra un edificio residencial en la calle Cerro del Pirul dejó numerosos impactos de bala en la fachada. Aunque afortunadamente no hubo heridos, el incidente generó conmoción y temor entre los residentes. Las autoridades investigan si este ataque tiene relación con la creciente disputa entre grupos criminales.
Finalmente, y como si se tratara de un crescendo de violencia, un enfrentamiento en Lomas de Tecuyo, Elota, dejó cinco militares heridos. El incidente, ocurrido alrededor de las 20:00 horas, involucró a elementos del Ejército Mexicano y un grupo de civiles armados. La gravedad de las heridas de los militares requirió el apoyo de un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana para su traslado al Hospital Militar de Mazatlán. Hasta el momento, la información oficial sobre el estado de salud de los soldados y la identidad de los agresores es escasa.
Estos eventos, ocurridos en un corto periodo de tiempo, se enmarcan en un contexto de profunda preocupación por la escalada de violencia en la región. Se menciona la posible participación de Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, “El Mochomito”, en algunos de los enfrentamientos, un personaje clave dentro de la disputa entre Los Chapitos y Los Mayos, rivalidad que, según datos oficiales, ha dejado un saldo desolador de más de 555 homicidios dolosos y 700 casos de privación de la libertad en los últimos meses.
La investigación sobre estos sucesos continúa, dejando entrever la complejidad del panorama de seguridad en Sinaloa, y la necesidad de una respuesta contundente por parte de las autoridades.