La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la CDMX lanzaron una alerta conjunta. El foco está en la contaminación por partículas PM10 y PM2.5, que alcanzan niveles extremadamente altos los días 25 de diciembre y 1 de enero, según datos históricos.
¿La principal causa? El uso masivo de pirotécnia y el encendido de fogatas. “Encender fogatas con leña, llantas o residuos y la quema generalizada de juegos pirotécnicos, generan emisiones de humo con altas concentraciones de partículas PM10 y PM2.5 y otros contaminantes,” explicó la CAMe. Estas partículas, especialmente las PM2.5, son extremadamente dañinas para la salud, llegando incluso al torrente sanguíneo y causando problemas a largo plazo.
Los grupos más vulnerables son niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias. La exposición a este aire contaminado puede provocar desde irritación en ojos y garganta hasta problemas cardíacos y agudización de enfermedades respiratorias crónicas.
Más allá de la pirotecnia, la Sedema hace un llamado a la ciudadanía a tomar acciones preventivas:
- Evitar el uso de carbón o leña.
- No quemar llantas ni basura.
- Colaborar en la limpieza de calles, humedeciendo previamente el suelo.
- Mantener los vehículos en buen estado y cumplir con la verificación.
Es importante recordar que la Ley Ambiental de la Ciudad de México prohíbe la quema de materiales a cielo abierto, y la Ley de Cultura Cívica sanciona el uso de pirotecnia sin autorización, con multas y arresto. Incluso la Asociación Gremial de Veterinarios (Agatan) ha alertado sobre el impacto negativo del ruido de los fuegos artificiales en las mascotas.
La CAMe recomienda, ante una mala calidad del aire, permanecer en casa con las ventanas cerradas y evitar actividades físicas al aire libre, especialmente en las mañanas del 25 de diciembre. El monitoreo del Índice AIRE y SALUD es crucial para mantenerse informado y tomar las precauciones necesarias.
La situación invita a una reflexión sobre el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente y la salud colectiva, especialmente en fechas tan significativas como las fiestas de fin de año.