Pero detrás de este brillo navideño, hay otra historia, una menos visible, que late al ritmo de sirenas y llamadas de emergencia. En las entrañas de la ciudad, lejos del jolgorio, los héroes sin capa de La Paz trabajan incansablemente. Hablamos de bomberos, paramédicos y personal médico del IMSS, quienes renuncian a la cálida intimidad familiar para asegurar el bienestar de la comunidad.
El Teniente Edwin Oswaldo García, del cuerpo de bomberos, describe una Navidad atípica: “Somos cinco en guardia en la estación principal. Aunque intentamos mantener el espíritu navideño, siempre estamos listos para cualquier emergencia; incendios, accidentes vehiculares, o incidentes con pirotecnia”. La camaradería se convierte en un pilar fundamental. “Nos apoyamos entre nosotros; una cena compartida nos recuerda que aquí también somos una familia”, añade.
Similar situación vive Adrián Michael León Castro, coordinador de socorro en Cruz Roja La Paz. “La Nochebuena es una de las jornadas más demandantes. El aumento de accidentes, por alcohol o pirotecnia, mantiene a nuestros equipos en constante movimiento”, explica. A pesar del cansancio y la distancia familiar, la gratitud de la comunidad los impulsa: “Sabemos que marcamos la diferencia en momentos críticos. Aunque duele estar lejos de la familia, entendemos que somos el apoyo para quienes más lo necesitan”.
En los pasillos del IMSS, Saúl Perezchica Osorio, camillero de la clínica 1, comparte su perspectiva. “Es un reto emocional no estar con mis seres queridos, pero ellos comprenden mi compromiso. Sin embargo, mi hijo es quien más demanda mi atención en estas fechas”, confiesa. El trabajo en festividades se vuelve un reto emocional, pero también una fuente de unidad entre colegas: “Entre turnos, compartimos un café o escuchamos villancicos para crear un ambiente más cálido”.
Los hospitales de La Paz registran un aumento de casos relacionados con el abuso de alcohol, quemaduras por pirotecnia y accidentes vehiculares durante la temporada navideña. Detrás de cada estadística, hay historias de personas que necesitan ayuda, y profesionales que las brindan, aún a costa de sus propias celebraciones.
En esta Nochebuena, mientras las familias paceñas se reúnen alrededor de la mesa, recordemos a quienes se encuentran en la línea de frente, velando por la seguridad y bienestar de todos. Sus acciones silenciosas hablan más que mil palabras.