Recientemente, el caso de Karla, una mujer de 40 años, ha conmocionado a la capital. Tras someterse a una lipoabdominoplastia e implantes de senos en la clínica Altavista Plastic Surgery & Spa, ubicada en Álvaro Obregón, experimentó complicaciones que, lamentablemente, culminaron en su fallecimiento. El procedimiento, que duró aproximadamente ocho horas, estuvo seguido de un súbito deterioro de su salud, obligando a su traslado a un hospital privado donde finalmente perdió la vida.
Según reportes del periodista Carlos Jiménez, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México ya ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos. Este suceso no es un caso aislado, sumándose a una serie de denuncias sobre presuntas malas prácticas en clínicas estéticas de la ciudad.
Este lamentable evento nos recuerda un caso similar, el del "Cirujano de las Estrellas", el Dr. Gamaliel Valdés Román. A mediados de diciembre, Jiménez reportó el caso de María, quien tras una abdominoplastia en su consultorio, sufrió graves complicaciones. "Pagué casi 100 mil pesos y ahora tengo la piel destrozada, con heridas abiertas que me hacen la vida un infierno," declaró María, según el reporte. Su situación se agravó con una infección y una escara necrótica, es decir, tejido muerto en la zona de la herida, según diagnóstico del Hospital Rubén Leñero.
Estos casos resaltan la importancia de una investigación exhaustiva sobre las prácticas de ciertas clínicas y la necesidad de una mayor regulación en la industria de la cirugía estética en la Ciudad de México. La búsqueda de la perfección física no debe comprometer la salud y la vida de quienes la buscan.
La información disponible indica que las autoridades están trabajando para determinar las causas exactas de la muerte de Karla y sancionar cualquier irregularidad en ambos casos. Detalles sobre la investigación aún se encuentran en desarrollo.