Madre lucha por identificar cuerpo de hijo desaparecido en Costa Rica

En Culiacán, Sinaloa, Norma Lizeth Gastélum Vega vive una agonía lacerante. Su hijo, Martín Eduardo Tapia Gastélum, de 19 años, desapareció la madrugada del 25 de febrero de 2021, junto con dos amigos, en el Campo de San Rafael, Costa Rica. Un cuerpo sin identificar ingresó al Servicio Médico Forense (SEMEFO) el 2 de octubre de ese mismo año.
Después de un mes de espera, angustiosa e interminable, a Norma Lizeth le comunicaron los resultados de una prueba de ADN. “Los resultados fueron negativos,” afirma con voz quebrada. Sin embargo, ella sostiene firmemente que el cuerpo encontrado es el de su hijo. Su convicción se basa en la identificación preliminar realizada por su madre, a través de una fotografía del expediente, a pesar del estado de descomposición del cadáver. “Su cara estaba intacta,” dice Norma Lizeth, describiendo el momento de la identificación visual.
Ahora, la madre enfrenta una batalla legal para que se le permita una nueva prueba de ADN, y solicita que la entrega del cuerpo se suspenda hasta que se le proporcione una nueva oportunidad para confirmar sus sospechas. Se aferra a la esperanza de una segunda oportunidad, esperando que la ciencia y la justicia le permitan despedir a su hijo con la certeza que merece.
El caso destaca la importancia de la precisión en los procesos de identificación forense y la necesidad de un trato humano y compasivo para las familias que atraviesan situaciones tan dolorosas. La espera y la incertidumbre, se convierten en un obstáculo más en el largo camino del duelo.