El escenario: un departamento, el contexto: una cita concertada a través de Tinder. Los detalles, revelados por el periodista Carlos Jiménez, son escalofriantes. Eduardo y Ernesto, una pareja que utilizó la aplicación para conocer gente, invitaron a un hombre a su hogar. Lo que siguió, fue una espiral de violencia que culminó con la muerte de uno de ellos y las heridas graves del otro.
Según los reportes, durante la reunión, el encuentro se tornó violento. El hombre, cuya identidad aún no se revela, estranguló a Eduardo, causándole la muerte en su propio domicilio. Ernesto, su pareja, sufrió un ataque brutal: le rompió una botella de cerveza en la cabeza. El agresor escapó de la escena del crimen.
Las autoridades, tanto la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) como la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), ya investigan el caso. El estado de salud de Ernesto, tras el severo golpe en el cráneo, permanece incierto.
Este incidente trágico nos recuerda la importancia de la precaución al interactuar con desconocidos, incluso a través de plataformas digitales aparentemente seguras. La aparente facilidad de conexión en apps como Tinder, puede ocultar riesgos significativos.
Por otra parte, cabe mencionar un caso similar, aunque con una dinámica diferente, ocurrido a principios de 2024 en Nuevo León. Una banda de mujeres fue aprehendida por la Agencia Estatal de Investigaciones, acusadas de drogar y robar a hombres que conocían por medio de aplicaciones de citas. Utilizaban Clonazepam para incapacitar a sus víctimas, apoderándose de sus pertenencias.
Un caso, ocurrido el 6 de enero en la colonia Roma, ilustra el modus operandi: una víctima reportó haber perdido el conocimiento tras consumir una bebida ofrecida por dos mujeres que conoció a través de una app de citas. El resultado: el robo de tarjetas bancarias, aproximadamente 20,000 pesos, joyería y teléfonos.
Ambos incidentes, aunque distintos en sus métodos, subrayan la necesidad de extremar las medidas de seguridad al interactuar con personas que se conocen en línea. La investigación de estos casos continúa, dejando a la luz los peligros latentes en el mundo digital.