En Tlaxcala, un caso reciente ha puesto de manifiesto la importancia de la regulación y el respeto en el ciberespacio. El centro de la controversia es Elías Rosas Muñoz, quien se encuentra ahora vinculado a proceso. La Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), lo imputó por un delito grave: discriminación.
Según la investigación, en agosto de este año, Rosas Muñoz habría utilizado Facebook y un grupo de WhatsApp para difundir mensajes con contenido discriminatorio y ofensivo dirigidos a dos periodistas de Zacatelco, Tlaxcala. “Se afectó, limitó y menoscabó el ejercicio de la libertad de expresión de las víctimas y de la población tlaxcalteca en general,” señaló el agente del Ministerio Público Federal durante la audiencia.
La FGR enfatizó la gravedad del caso, destacando la violencia de género como un elemento crucial en la violación de los derechos de las periodistas. Se argumentó que los mensajes no solo fueron discriminatorios, sino que también atentaron contra su labor periodística, limitando su libertad de expresión.
Como medida cautelar, la jueza de control le impuso a Rosas Muñoz la prohibición de acercarse o comunicarse con las víctimas durante todo el proceso penal. Además, se otorgó un plazo de dos meses para la investigación complementaria. Este caso, si bien involucra a un individuo, refleja una problemática mayor sobre el uso responsable y ético de las redes sociales y la necesidad de proteger a los comunicadores de agresiones.
El proceso judicial continúa, abriendo un debate sobre la responsabilidad individual en el entorno digital y la necesidad de fomentar una cultura del respeto en la comunicación en línea. La resolución final marcará un precedente importante en la lucha contra la discriminación en México.