El impacto en el tejido social es palpable, repercutiendo en diversos sectores. El lunes 30 de diciembre, la tranquilidad de la colonia La Campiña se vio interrumpida. Aproximadamente a las 9:20 pm, reportes al 911 alertaron sobre disparos en las inmediaciones del restaurante Ranchito Roll Sushi. Al llegar las autoridades, encontraron una escena impactante: dos cuerpos sin vida, con signos de tortura, yacían frente al establecimiento, cubiertos con cobijas y acompañados de narcomensajes cuyo contenido se mantiene bajo reserva.
La fachada del Ranchito Roll presentaba múltiples impactos de bala, evidenciando el uso de armas de grueso calibre. Las investigaciones preliminares sugieren que las víctimas fueron asesinadas en otro lugar y sus cuerpos colocados posteriormente en el sitio. Jennyfer Rocío Coronel López, según el IMPI, es la propietaria del restaurante, el cual, hasta el momento, no se ha pronunciado públicamente sobre el suceso.
Este incidente no es aislado. A finales de noviembre, dos sucursales de Ranch Roll, establecimiento vinculado al influencer Markitos Toys, también sufrieron ataques. Uno de ellos, en Isla Musalá, incluyó el incendio de vehículos y disparos contra el local, obligando a los bomberos a retirarse momentáneamente por la intensidad de los disparos. La otra sucursal, en el Desarrollo Urbano Tres Ríos, también fue blanco de agresiones con armas de fuego.
El contexto de estos hechos se enmarca en la creciente ola de violencia en Sinaloa, atribuida a disputas entre Los Chapitos y La Mayiza, facciones del Cártel de Sinaloa. La aparición de narcomantas con mensajes amenazantes esa misma mañana del lunes refuerza esta hipótesis. La escalada de violencia ha alcanzado tal magnitud que incluso ha afectado al sector empresarial.
La cadena de restaurantes IHOP anunció el cierre de todas sus sucursales en Culiacán, citando la creciente inseguridad y la necesidad de priorizar la seguridad de sus empleados y clientes. Su comunicado, difundido en redes sociales, expresó su pesar por la decisión, sin especificar si la reapertura es una posibilidad en el futuro.
Las autoridades, tanto locales como federales, han incrementado los operativos de seguridad en la región. Se espera un informe del gabinete de seguridad el 9 de enero con detalles sobre la situación en Culiacán y otras zonas afectadas por la violencia. La incertidumbre persiste, dejando una ciudad a la espera de respuestas y una sociedad conmocionada.