Gobierno de México refuta artículo del New York Times sobre fentanilo
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Leonora LagardaLa presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, junto con el director del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch Pérez, y la química analista de la Secretaría de Marina, Juana Peñaloza Ibarra, presentaron un contrapunto a la información difundida por The New York Times. La pieza periodística, según el gobierno mexicano, contenía imprecisiones científicas que requieren una aclaración.
El centro de la refutación se enfocó en la descripción del proceso de elaboración del fentanilo y, específicamente, en la imagen de un supuesto “cocinero” expuesta en la publicación. "No es creíble científicamente", afirmó Sheinbaum, destacando la inconsistencia de la supuesta tolerancia del individuo a los gases tóxicos del proceso. Según la mandataria, si esa tolerancia existiera, no se explicarían las alarmantes cifras de muertes por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos.
Alejandro Svarch Pérez profundizó en los aspectos técnicos, argumentando la inviabilidad de la situación descrita en el artículo por cuestiones de seguridad y toxicología. La exposición a los compuestos químicos involucrados en la producción del fentanilo es altamente peligrosa, incluso letal, descartando la posibilidad de una exposición prolongada sin consecuencias fatales.
Armida Zúñiga Estrada, titular de la Cofepris, aportó datos cruciales sobre la toxicidad del fentanilo. Su intervención destacó la extrema potencia del opioide, donde "incluso pequeños errores en el pesaje o dosificación pueden aumentar el riesgo de sobredosis". Esta alta peligrosidad contrasta con la descripción del artículo, reforzando la postura oficial del gobierno.
Finalmente, se hizo énfasis en la defensa del derecho a la información, pero al mismo tiempo se recalcó la importancia de la veracidad y el rigor científico en la información publicada, especialmente cuando se trata de temas tan sensibles como la producción de drogas y sus consecuencias.
La presentación oficial se centró en desmentir la narrativa del New York Times y en exponer la falta de rigor científico en el artículo, subrayando las implicaciones de la información errónea en el contexto de la problemática global del fentanilo.
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