El pasado viernes 27 de diciembre, cerca de las 9:00 pm, una familia originaria de Chicago, Illinois, la familia Peña, se vio envuelta en un incidente que marcaría sus vidas para siempre. Habían viajado a Durango para compartir las fiestas con sus seres queridos. En un giro inesperado, una salida aparentemente inofensiva para realizar compras navideñas se convirtió en una pesadilla.
Vicente Peña, de 39 años, conducía el vehículo en el que viajaban sus dos hijos, Jason de 14 años y un menor de nueve años, además de sus familiares Antonio y Jorge Eduardo. El viaje familiar, cargado de ilusión y festividades, se vio interrumpido de forma violenta en la localidad de Santiago Papasquiaro.
Dos horas después de su salida, autoridades locales encontraron el automóvil de la familia. La escena era desgarradora: tres personas sin vida a causa de heridas de bala. Se trataba de Vicente, Antonio y Jorge Eduardo. "Una tragedia que nos deja con el corazón destrozado", comentó un vecino de Santiago Papasquiaro.
Entre la conmoción y el dolor, un rayo de esperanza permanecía: Jason, el adolescente de 14 años, quien sobrevivió al ataque, aunque con heridas graves. Sufrió un impacto de bala en la parte trasera de la cabeza, y fue encontrado fuera del vehículo, en estado crítico. Inicialmente atendido en un hospital de Durango, la gravedad de sus lesiones obligó a su traslado a Texas, en busca de atención médica especializada.
La familia se enfrenta ahora a un dolor inmenso y a la dura tarea de superar este suceso. Las investigaciones continúan para esclarecer los hechos y dar con los responsables de esta tragedia que ha enlutado a una familia y conmocionado a la comunidad. La incertidumbre se cierne sobre las causas del ataque, dejando una profunda huella en la tranquilidad decembrina.
Mientras tanto, la comunidad de Santiago Papasquiaro y la familia Peña esperan respuestas, y sobre todo, la pronta recuperación de Jason.