Debemos considerar un factor crucial: el impacto de la inflación en el poder adquisitivo. El Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM ha realizado un estudio revelador. Entre 2018 y 2024, el salario mínimo experimentó un aumento de casi 135 por ciento. Sin embargo, este incremento se ve opacado por el alza en el costo de la vida.
Según el análisis del CAM, dirigido por Luis Lozano Arredondo, el costo de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) se incrementó significativamente. En 2018, la CAR se ubicaba en 9,566 pesos mensuales; para diciembre de 2024, llegó a 14,590 pesos. Esto significa que, incluso con el aumento del 12 por ciento al salario mínimo en 2024 (llegando a 8,364 pesos mensuales), se necesitaría al menos duplicar este ingreso para recuperar el poder adquisitivo perdido. "El aumento al salario en términos de recuperación del poder de compra sólo tiene efecto si los precios de los alimentos básicos se mantienen constantes o disminuyen, lo cual no ha sucedido en el país," afirma Lozano Arredondo.
La situación se agrava al considerar otros gastos esenciales como vivienda, transporte y servicios públicos. El estudio resalta que el incremento salarial no garantiza una mejora automática en la calidad de vida. "Lo verdaderamente importante es atender el control de la inflación," puntualiza el director del CAM.
Los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestran un aumento preocupante en la pobreza extrema. Entre 2018 y 2024, la cifra pasó de 39.5 millones a 43.5 millones de personas, un incremento de 4 millones. A pesar de los programas sociales implementados, la tasa de población ocupada en pobreza extrema sigue sin disminuir. Lozano Arredondo señala la necesidad de una mayor focalización de los apoyos gubernamentales y un mejor control de la inflación, especialmente en los productos básicos.
Si bien el aumento del salario mínimo beneficia a 8.9 millones de trabajadores (40% de los inscritos en el IMSS), la situación para quienes perciben un salario ligeramente superior al mínimo es más compleja. Su capacidad de compra depende de las negociaciones individuales con sus empleadores, las cuales a menudo se limitan al porcentaje de inflación oficial.
Rogelio Gómez Hermosillo, de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, impulsa la iniciativa "Vida Digna" para lograr aumentos salariales sustancialmente mayores a la inflación y alcanzar una línea de bienestar de al menos 12,500 pesos mensuales. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de importantes organizaciones empresariales, que buscan vincular los incrementos salariales con la productividad para lograr beneficios compartidos.
Finalmente, un análisis de los precios de productos básicos revela alzas significativas. Algunos ejemplos son: chayote (400%), naranja (327%), y aumentos considerables en huevo, pollo, carne de cerdo y res. Los precios en establecimientos de comida también experimentaron un incremento considerable (entre 53% y 60%).