No era algo común en la tranquila calle Juan Escutia. La fuente del hedor resultó ser una camioneta Yaris blanca, estacionada cerca del cruce con Nicolás Bravo. Un vehículo desconocido para los residentes del lugar, que se convirtió en el epicentro de una macabra escena. Al acercarse, la policía se encontró con una imagen impactante: en la cajuela, el cuerpo sin vida de un hombre.
Con al menos cinco horas de evolución cadavérica, según los paramédicos que acudieron al lugar, el cuerpo presentaba huellas de violencia. La identidad del occiso aún se desconoce; el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses trabaja para establecerla y notificar a sus familiares. Las causas de la muerte tampoco han sido reveladas, pendiente de los resultados de la autopsia.
La investigación policial, según protocolos, debe seguir una serie de pasos cruciales:
- Delimitación y preservación del área: Asegurar la escena del crimen para evitar la contaminación de evidencia.
- Recolección de indicios: Buscar y documentar cualquier elemento que pueda proporcionar pistas sobre el crimen.
- Intervención pericial: Solicitar la presencia de expertos forenses para un análisis exhaustivo.
- Entrevistas: Recopilar testimonios de vecinos y cualquier persona que pueda tener información relevante.
- Informe Policial Homologado: Documentar meticulosamente todos los detalles del hallazgo.
Para quienes deseen denunciar un hecho similar ante la Fiscalía, existen dos vías: por escrito, presentando una narración detallada de los hechos junto con documentación que respalde la denuncia; o por comparecencia, donde se rinde una declaración oral ante el Ministerio Público. En ambos casos, se recomienda llevar tres copias de todos los documentos necesarios, incluyendo identificación oficial.
Mientras la investigación continúa, la colonia San José del 15 permanece conmocionada por este descubrimiento inesperado, un misterio que las autoridades deberán resolver.