El pasado 7 de enero, un grupo de jóvenes, en su mayoría entre 17 y 19 años, partió de Oaxaca capital rumbo a Puerto Escondido. La nueva autopista Oaxaca-Costa, que reduce el tiempo de viaje a la mitad, fue la ruta elegida. Sin embargo, esta vía, aunque más rápida, también se ha visto envuelta en recientes reportes de inseguridad. Entre los viajeros se encontraban, según información difundida en redes sociales y medios locales, Yurem de Jesús Barrios Martínez (18 años), Yair Morales Matías (19 años), Rafael Velasco Hernández (19 años), Julio Alberto Quiroz González (19 años), José Miguel Vásquez Rodríguez (23 años), y Luis Alberto Contreras Zúñiga (44 años), quien conducía una de las camionetas.
El último contacto con el grupo se produjo la noche del 7 de enero, desde Río Grande. Un integrante del grupo llamó para informar que habían llegado a la zona costera. Desde entonces, el silencio.
La preocupación se ha extendido como la espuma del mar. Familiares desesperados han iniciado una intensa búsqueda, compartiendo fotografías e información en redes sociales. La incertidumbre y la angustia se han apoderado de ellos. La Fiscalía General de Oaxaca, encabezada por Bernardo Rodríguez Alamilla, ha confirmado la recepción de solo dos denuncias formales hasta el momento, a pesar de que en redes sociales se han reportado 14 personas desaparecidas. "De manera directa, solo tenemos dos denuncias formales que coinciden con el periodo de desaparición", declaró el Fiscal en conferencia de prensa.
A la preocupación por la desaparición se suma la indignación. Algunos familiares han denunciado ser víctimas de extorsiones, con personas inescrupulosas intentando lucrar con su dolor, ofreciendo información falsa a cambio de dinero. "Personas sin escrúpulos se han aprovechado de la situación, pidiéndonos dinero a cambio de información falsa. Esto sólo aumenta nuestra desesperación", relataron algunos familiares al Diario de Morelos. La investigación continúa, pero hasta el momento no hay avances significativos que indiquen el paradero del grupo.
Las autoridades han iniciado la búsqueda a través de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas (DNOL). Mientras tanto, la angustia de las familias y la incertidumbre sobre el paradero de los jóvenes se mantiene. El silencio de la costa guarda un secreto que las autoridades buscan desentrañar.