El barrio de San Juan, usualmente apacible, fue el escenario de un ataque armado alrededor de las 6:30 PM del 13 de enero. La reunión, aparentemente pacífica, dedicada a la elección de representantes de bienes comunales, terminó en tragedia. Cuatro hombres y una mujer, miembros de la Planilla Morada, perdieron la vida en el incidente. Se menciona que entre las víctimas se encontraban Álvaro Horacio Rojas Mancilla, Clara Mariela Cortés Cueto, Juan Manuel Dávila Lagunas, Juan Carlos Cuevas Jiménez y Juan García Jurado, aunque las autoridades aún no han confirmado oficialmente estas identidades.
Testigos describen la llegada de varios individuos armados a bordo de al menos dos vehículos. La irrupción fue violenta, sin aviso previo, desencadenando una lluvia de balas contra los participantes de la reunión. Los servicios de emergencia llegaron rápidamente, pero lamentablemente, las cinco víctimas ya no contaban con signos vitales al momento de la llegada de la ayuda.
La respuesta de las autoridades fue inmediata. Elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la policía estatal se desplegaron en la zona, acordonando el área y iniciando las investigaciones correspondientes. Peritos de la fiscalía estatal recolectaron evidencia en la escena del crimen, incluyendo múltiples casquillos percutidos de diferentes calibres.
El presidente municipal de Huitzilac, César Dávila Díaz, emitió un comunicado condenando enérgicamente el acto y expresando su solidaridad con las familias de las víctimas. El Ayuntamiento anunció la suspensión de clases en las escuelas de la cabecera municipal como medida preventiva para salvaguardar la integridad de los estudiantes ante la situación de violencia. Diversas organizaciones políticas, incluyendo Movimiento Ciudadano Morelos, también manifestaron su repudio al incidente.
Este lamentable suceso no es un hecho aislado. Huitzilac, en particular el barrio de San Juan, ha experimentado un aumento en los índices de violencia en los últimos años. La memoria colectiva recuerda la masacre ocurrida en mayo de 2024, donde ocho personas perdieron la vida. La persistencia de estos ataques armados, a pesar del despliegue de fuerzas armadas el año pasado, refleja la complejidad del problema y el desafío que representa para las autoridades en la región.
Mientras la investigación continúa, la comunidad de Huitzilac se enfrenta a la difícil tarea de procesar el dolor y la incertidumbre que este nuevo acto de violencia ha dejado a su paso.