Fue alrededor de las 21:30 horas del lunes, según reportes locales. Un reporte anónimo, una voz que temblaba al teléfono, alertó a la Policía Estatal y Municipal de Ciudad del Carmen sobre un hombre en apuros, en el fraccionamiento Paseo de Los Bosques. No se daban detalles, solo la urgencia de la situación.
Al llegar al lugar, los oficiales se encontraron con una escena que difícilmente olvidarán. Un hombre, aún sin identificar, yacía semienterrado en un hoyo de arena, boca abajo, con las manos y pies atados. Los golpes en su cuerpo eran evidentes, testimonio mudo de una brutal agresión. El pánico se reflejaba en su mirada, en el temblor incontrolable de su cuerpo mientras lo desenterraban.
La falta de ambulancias cercanas obligó a los paramédicos de la Policía Estatal a actuar con rapidez y eficiencia. Tres patrullas participaron en el operativo para trasladar a la víctima, que apenas podía articular palabra, a un hospital cercano. "Se encontraba aterrorizado, no dejaba de temblar", relató un oficial a los medios, describiendo la escena del rescate.
Hasta el momento, el sobreviviente no ha podido brindar información relevante sobre sus agresores o el motivo del ataque. Las autoridades campechanas han iniciado una investigación, revisando cámaras de seguridad y buscando testigos, para dar con los responsables de este atroz crimen que, por fortuna, no terminó en tragedia. Las pesquisas se enfocan en reconstruir los hechos y encontrar las piezas del rompecabezas que permitan identificar y detener a los culpables.
Mientras tanto, la arena del fraccionamiento Paseo de Los Bosques guarda el eco silencioso de un ataque brutal, un recuerdo imborrable en la memoria de quienes participaron en el rescate, un testimonio de la vulnerabilidad humana y de la necesidad de justicia.